jueves, 11 de enero de 2007

George W. Bush

Esto, lamentablemente, todavía no es un obituario: el hombre sigue vivito, coleando y haciendo daño. Aunque ha decidido morir con los ojos abiertos. Todos los informes, incluso los encargados por él a gente de su confianza, indican que la infame guerra de Irak está perdida y que es el nuevo Vietnam estadounidense. Pero él, tozudo, decidió enviar al convulso país asiático 21.000 soldados más.
Petroleros él y su secretaria de Estado (la señorita Arroz, como dijo Jorge Batlle), con varios de sus ministros vinculados estrechamente a la industria de los armamentos y con su vicepresidente, Dick Cheney, propietario de empresas que reciben jugosos contratos en el mismo Irak, se resiste a entender que sus planes originarios son, cada vez más, de imposible cumplimiento. Como no lo entiende, seguirán muriendo soldados invasores (sólo de EstadosUnidos ya van más de 3.000) y las violentas facciones iraquíes continuarán su guerra civil. Todo esto, a pesar de la derrota electoral de noviembre y de los juicios adversos a la gestión republicana que revelan las encuestas.
El plan originario era controlar Irak y sus reservas de petróleo, en coordinación con la ocupación de Afganistán, por donde se proyectó que pasaran oleoductos que sacarían las inmensas riquezas en hidrocarburos de los países ex soviéticos del Cáucaso.
El resultado está a la vista: allí Estados Unidos no controla nada, Afganistán e Irak son dos infiernos, el fundamentalismo terrorista islámico goza de buena salud, el precio del petróleo se fue por las nubes y el derecho internacional quedó hecho trizas.
Algún día (ojo sensores de Internet, no estoy planificando ni proponiendo un atentado contra el presidente estadounidense, nada más lejos de mi forma de pensar respecto a la solución de los problemas políticos), los periodistas tendremos la alegría de escribir el obituario de George W. Bush.
Hasta la próxima.

1 comentario:

Unknown dijo...

CUESTIONARIO PARA LUGUISTAS:

Una prensa maccartista que los paraguayos heredamos de Stroessner pretendió hacernos creer que el obispo “de los pobres” Fernando Lugo era un candidato de la izquierda, como si la Iglesia Católica fuera referente de institución progresista. A ellos les planteamos estas interrogantes:

¿Es izquierdista Ricardo Canese (dirigente luguista) cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno de los dirigentes luguistas protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?