Todas las reformas constitucionales uruguayas, excepto la de 1917, rondaron en torno a asuntos electorales con la intención de asegurar la predominancia de los partidos tradicionales o de sectores de ellos. La última, la de 1996, impuso el balotaje para evitar el triunfo del Frente Amplio. La verdad fue que apenas lo postergó hasta 2004. El balotaje, en sí mismo y en teoría, no es malo en un país con más de dos partidos fuertes, pues obliga a formar coaliciones y a ajustar programas comunes que aseguren la gobernabilidad.
Ahora hay sectores frenteamplistas que quieren una reforma para promover la reelección de Tabaré Vázquez. La reelección presidencial, como sistema y al margen de nombres, es algo que nunca se ha debatido con seriedad en el país. Es un tema pendiente y quizá sea hora de discutirlo. A pesar de que hay asuntos más urgentes...
Los fundamentos por los cuales se prohibió un segundo mandato consecutivo desde la Constitución de 1830, referidos a evitar que el poder presidencial influya en la elección, ya no tienen vigencia. La ciudadanía ha demostrado que si quiere cambiar el partido de gobierno lo hace con total independencia. De todas formas, soy partidario de la no reelección, como forma de privilegiar el accionar colectivo de los partidos, por encima de circunstanciales caudillos. Pero si la gente quiere segundos mandatos de los presidentes, no veo mayores problemas: es un tema menor a esta altura de la historia.
Lo que sí no acepto es que una reforma constitucional tenga nombre y apellido. Que se debata, entonces, pero con la condición de que si se aprueba la reelección el presidente del momento, hoy Tabaré Vázquez, no pueda ser candidato en la siguiente elección.
Además, podría ser la ocasión de hacer una reforma de la carta fundamental en serio y que sirva para todo un siglo: menos casuística y dejando muchos temas relativos a la organización del Estado, que hoy son constitucionales, para que se aprueben por ley, si se quiere con moyorías especiales. O sea, un texto más flexible y breve que permita seguir la vertiginosa evolución del mundo actual, sin necesidad de toquetearlo cada pocos años. Y sin que la reforma sirva para resolver problemas coyunturales de cualquier partido. Una Constitución es algo demasiado importante y no puede ser un instrumento de política menor o partidaria.
Hasta la próxima.
9 comentarios:
Estoy de acuerdo en una constitución a lo ammendment, lo que no comprendo, es, por qué tanto alarido en contra de que, si la ciudadanía acepta la relección, no sea Tabaré el primero en estrenarla.
Porque creo que una constitución debe de estar por encima de las coyunturas políticas y las reformas no deben tener nombre ni apellido. Me parece que hay problemas mucho más urgentes para debatir y resolver que la reelección presidencial, pero si se entra en una diámica reformista lo ideal sería hacerla en serio y no para resolver problemas electorales, como siempre hicieron blancos y colorados. Una aclaración estimado Calm: no pegué ningún alarido; sólo manifesté una opinión. Creo que con alaridos, o atribuyéndoselos a quien no piensa como uno, es muy difícil discutir. Un abrazo.
Ok, perdón por lo de los alaridos, y comprendí tu punto antes, es que me cuesta creer, un argumento tan idealista en vista de que, desde que recuerdo, todas las reformas constitucionales de este estilo, siempre se vieron rodeadas por el oportunismo dado, mediante el nivel de aceptación de la ciudadanía que poseía el presidente que las propuso, MENEM, URIBE, CHAVEZ. Es la manera en que se desarma la galletita. Sigo creyendo que es una idea correcta, y como vos bien sabes, el partido que hoy ya no gobierna, intento hacer lo mismo. Los Blancos lo dejaron clarito, cuando luego de reunirse, salieron a los medios, buscando herir la idea, al acusarla de una reforma de la izquierda digna de PACHECO. Que la izquierda podría haber dado una respuesta rara pero acorde a los jóvenes que faltamos a esa cita, Y sí, miren, de haber salido esa reforma, capaz que ni dictadura había. Una infamia, pero una respuesta que hubiese sido muy político-divertida.
¿Sabes lo que encontré? Me puse a pensar en FDR y su vota que te vota cuatro elecciones seguidas. Y entonces busque la enmienda que paró esa estampida, como sabes, hoy el amigo BUSH, solo puede retirarse, de la CASA BLANCA al final de este, su segundo mandato. Es la número 22 del año 1951, durante la segunda presidencia de TRUMAN. Lo tengo, me dije, un argumento, aunque a la inversa, y Americano, que significa poco, pero significa mucho, es, al fin y al cabo, el imperio. Cuestión que no es así, porque la enmienda poseía una cláusula, una que tiene nombre y apellido, LA CLAUSULA DEL ABUELO, sí, sí, the grandfather clause. Esta, se invoca en casos como este, TRUMAN podría haber sido elegido dos veces más, pero desistió y no uso la del abuelo. Claro que esta es a la inversa, lo de Tabaré, sería más como la CLAUSULA de la ABUELA. Que repito, esta bien, pero es demasiado idealista. Abrazo.
Veo que coincidimos en que las anteriores reformas fueron fruto del oportunismo de blancos y colorados. El caso FDR creo que no es aplicable a Uruguay, pues la enmienda se hizo a raíz de la segunda guerra mundial y para mantener la conducción ante una circunstancia tan grave.
Puede haber idealismo en mi posición, pero ¿de qué sector era esperable idealismo y la conservación de las utopías? En esto, comparto lo que una vez dijo el Ñato FH: la política no es el arte de hacer lo posible, sino el arte de hacer posible lo imposible. Por eso, me hubiese gustado que este gobierno tuviese actitudes no tan atadas a lo electoral (fijate que se habla de la reelección para evitar un problema interno al FA, lo dijo Mujica), sino a la obtención de lo imposible. Eso era lo esperable de la izquierda, y no que cayese en lo que siempre hicieron blancos y colorados para mantener el poder. Un abrazo.
Totalmente de acuerdo, me acordé de una canción, the impossible star, viene de broadway pero yo se la escuche a peter o toole en el hombre de la mancha. To dream the impossible dream, To fight the unbeatable foe,
To bear with unbearable sorrow,
To run where the brave dare not go...
Ah! Ojo que la enmienda 22, fue para reducir las sucesivas re-elecciones, antes, desde Washington, lo que había era lo que quiere Chavez ahora, re-elección indefinida.
¿Estás seguro? Creo que antes de FDR no había más de dos mandatos, y que con él se hizo una excepción por la guerra. Además, no recuerdo que antes de él algún presidente hubiese estado más de dos mandatos o que alguno intentase el tercero. Tendré que revisar algún libro de historia o alguna enciclopedia. Pude entender lo de la canción, pero no abuses: mi inglés es lamentable. Un abrazo.
A mi me agarro desprevenido tambien, es que FDR fue el único que se mandó consecutivo, y de hecho, antes, solo Grant y Teddy Roosevelt se aprovecharon de ese "vacio" buscando sus terceras presidencias, aunque no consecutivas, les fue mal en las primarias. Parece que la cosa no se fue de las manos porque papá washington comentó una noche entre copa y copa que con dos presidencias estaba más que suficiente, generando el precedente.
Lo otro que me quede atónito, y es a partir de esta misma enmienda, es que alguien que haya sido dos veces presidente de los EEUU no puede volver a presentarse por el resto de su vida. Clinton es un claro ejemplo, y yo antes me preguntaba, porque carajo este tipo no se mandaba una vuelta. Hablando de democratas, ¿Quien es este OBAMA?
Perdoná el silencio, pero anduve con varios problemas durante estos días y tenía esto abandonado. Obama es actualmente el único senador negro, y es de Illinois. Tiene 45 años y se lanzó a la carrera presidencial con un discurso que es el que está más a la izquierda dentro del PD. Fanático del rock, lo llaman el JFK negro y está aercándose en las encuestas a Hillary Clinton.
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