viernes, 6 de abril de 2007

Gargano ¿dónde estás?



Eran otros tiempos; no muy lejanos, pero se recuerdan como difuminados


Botnia caerá como las Torres Gemelas
Cruzaremos el puente y destruiremos Botnia a martillazos, de la misma forma que cayó el muro de Berlín
Ex carapintadas se ofrecen a los piqueteros de Gualeguaychú para destruir la fábrica de Botnia
Estos son los títulos de estos días acerca del conflicto con Argentina. El gobierno de Kirchner permanece impasible ante estas amenazas. Pero no ante los piquetes que perjudican su turismo interno. Así, se asesina a un docente en Neuquén que reclamaba mejor salario en una ruta que va hacia Bariloche.
Ahora se anuncia que diez mil piqueteros cruzarán el puente el domingo 15 y se dirigirán hacia Botnia. ¿Para materializar sus comparaciones con las Torres Gemelas y el muro de Berlín?
La situación es explosiva y en extremo peligrosa. Pero el gobierno uruguayo permanece en silencio. No me gustó cuando se ordenó al ejército custodiar Botnia, pero ahora no me cabe duda de que es una medida necesaria. Estamos ante una verdadera y riesgosa crisis en las relaciones con Argentina.
Se torna imperioso que se pregunte al gobierno de Kirchner qué piensa hacer ante las amenazas que surgen de Gualeguaychú. Que se lo interrogue acerca de qué hará ante el anuncio de que diez mil personas intentarán cruzar el puente en los próximos días.
Y si no lo hace el gobierno, que lo hagan los medios. Que llamen a la Cancillería argentina o al parlanchín y desubicado embajador de Kirchner en Uruguay. Todos los uruguayos tenemos derecho a conocer cuál será la actitud del gobierno argentino ante un grupo que anuncia violencia contra un país vecino (el nuestro) y que se arroga la conducción de su política exterior.
El tema debe de ser planteado ante los organismos del Mercosur, la OEA y Naciones Unidas. Porque si el gobierno argentino no está dispuesto a impedir esa marcha, debe saber que Uruguay no permitirá que esos piqueteros entren a su territorio. ¿O sí? En todos los ámbitos internacionales sería necesario advertir que la frontera estará cerrada (¿o no?) para gente que ha anunciado estar dispuesta a cruzar el río con fines delictivos. El que avisa no es traidor.
La situación es lo suficientemente grave como para que el gobierno diga y haga algo ya.
Hasta la próxima.

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